Cuando hablamos de reciclaje y demás siempre pensamos en cosas consumibles y de un tamaño pequeño o mediano, pero nunca nos paramos a pensar que hay otras muchas cosas que pueden ser reciclables como por ejemplo los edificios.
Cuando se construye un edificio se hace siempre pensando que dure muchos años, concretamente se proyectan con vidas útiles de entre 75 a 100 años excepto construcciones emblemáticas. Al principios son nuevos y todo el mundo está contento con el proyecto realizado y si son viviendas u oficinas o lo que sea se comienza a habitar y darle vida.
Pero los edificios requieren de un mantenimiento, al igual que a los coches cada ciertos kilómetros hay que cambiarles las ruedas, el aceite, filtros, etc... Los edificios también necesitan pasar por "el taller" y así en la mayoría de casos poder superar esta edad límite.
Pero bueno, al margen de que se le haga o no un mantenimiento hay veces que por lo que sea los edificios terminan siendo abandonados, misteriosamente adquieren esa apariencia fúnebre y en muy raras ocasiones se vuelven a habilitar, y terminan siendo demolidos formando parte de una gran escombrera. Pero no tiene porque ser así, los edificios al igual que todo se pueden reciclar.
Una forma de reciclaje de edificios es volver a utilizarlos siempre que estructuralmente estén bien, y eso es tan fácil como modificar su uso. Por ejemplo en ciudades como Nueva York o Madrid se está haciendo esto. Cogen antiguos edificios abandonados que también pueden ser fábricas o almacenes, les hacen un lavado de cara, los rehabilitan y les cambian el uso transformándolos en edificios residenciales con viviendas espectaculares. Parece que esto pudiera salir muy caro pero, ¿realmente es más caro "arreglar" el edificio que tirarlo y construir otro nuevo?. Es una forma de reciclar a la vez de potenciar y revitalizar una zona que esté abandonada.
Pero en el caso de que no se pueda hacer lo mencionado y un edificio tenga que ser demolido, también se puede reciclar. Actualmente hay una normativa que obliga reciclar los residuos que se generen en un derribo. Dicha norma implica el realizar una gestión de residuos de la obra, y separarlos en función de los distintos materiales que la formen. Aquí se puede ver el listado que se ha elaborado de clasificación.
Si se consiguen separar todos estos residuos adecuadamente se puede reciclar completamente un edificio, pero no siempre se pueden separar bien los materiales. Por ejemplo el hormigón es reciclable como adición para fabricar nuevo hormigón o para realizar asfaltos. Las barras de acero se pueden volver a fundir y eliminar las impurezas, las instalaciones si son de cobre también, los vidrios, las maderas de puertas y armarios, los aluminios de las ventanas, etc...
Reciclar cualquier cosa es posible si se tiene voluntad.
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